Esta vivienda unifamiliar, ubicada en el municipio de Bailén, se presenta como un desafío arquitectónico debido a su localización entre medianeras y la limitación de una parcela reducida, significativamente más pequeña que las del entorno. Este condicionante nos planteó el reto de diseñar un espacio eficiente y funcional, capaz de integrar el programa requerido de forma óptima para una pareja joven, maximizando cada metro cuadrado disponible.
El proyecto respeta las alineaciones y volumetrías dictadas por la normativa municipal, resolviendo el acceso a través de un porche que, además de dar la bienvenida, cumple la función de garaje. La vivienda se concibe como un volumen rotundo, compacto y minimalista, donde la blancura de su envolvente dialoga con pequeñas perforaciones estratégicas que permiten la entrada de luz natural. Estas aberturas iluminan un patio delantero cubierto y una terraza, ambos conectados y discretamente ocultos tras una fachada que actúa como un filtro visual.
La fachada principal combina la pureza del blanco con la calidez y textura de la madera, estableciendo un diálogo contemporáneo y equilibrado. En la planta baja, una franja compacta revestida de madera acoge la puerta de garaje, marcando la entrada de forma continua y elegante. Este lenguaje se prolonga hacia la planta alta, donde una franja más ligera y estilizada envuelve la terraza delantera y enmarca el dormitorio principal, reforzando la idea de conexión entre interior y exterior sin renunciar a la privacidad.
El resultado es una vivienda que, a pesar de las limitaciones del terreno, logra conjugar funcionalidad, estética y confort, adaptándose a las necesidades de sus habitantes y al contexto urbano de Bailén.
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